SUCEDIÓ UNA NOCHE
Sus temblorosas manos
abrigan el cuerpo,
los besos intentan devolverle
el cálido aliento,
la mirada implora
buscando una respuesta de consuelo.
Pero…se le fue la vida
y acunado con la nana del adiós,
la noche lo envolvió en su frío. .
Sus temblorosas manos
abrigan el cuerpo,
los besos intentan devolverle
el cálido aliento,
la mirada implora
buscando una respuesta de consuelo.
Pero…se le fue la vida
y acunado con la nana del adiós,
la noche lo envolvió en su frío. .
Esperanza García Guerrero.
Publicado en la Antología "Arde en tus manos"
.
Precioso poema, con el sentir de un último momento, me ha encantado. Besos para tí y ya sé que no vienes, lo siento mucho, Inés
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