viernes, 30 de abril de 2010

COLABORACIONES


Aquel verano

Reclinada sobre tu pecho
aquel verano
veíamos bostezar los arboles a la luna,
tu aliento, olía a pan dulce
saliendo de tus labios
incendiarios de deseos,
tus brazos, torneaban
mi cintura y las horas,
pasaban perezosas.

Lentamente...
llegó
el
invierno.

Con sus brumas,
sus escarchas
y la ausencia
heladora del destino.

A veces, el viento frío
llegaba envuelto
en una cálida brisa
y el amanecer me sorprendía
por los senderos blancos
de aquel verano.

Algunos días...
necesitaba oír el roce de las estrellas.

Autora: Adelaida Hidalgo
.

2 comentarios:

  1. Bonitos versos Adelaida, momentos de la vida que no se olvidan. Besos, Inés


    Con sus brumas,
    sus escarchas
    y la ausencia
    heladora del destino.

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