jueves, 25 de febrero de 2010

ENSAYO

--------------------EL MIEDO EN EL SIGLO XXI---------------
El deseo vence al miedo…
Mateo Alemán (Escritor español del Siglo de Oro)

En pleno S XXI, en esta sociedad tecnológica en la cual han aumentando, de forma vertiginosa, la seguridad y los medios para protegernos, la percepción del miedo y de la amenaza es mayor que años atrás.
Sin que nos demos cuenta, los medios de comunicación nos van inyectando el temor al cambio, al fracaso, al desempleo, a la soledad, al futuro… Se vive rodeado de amenazas, la mayor parte de las cuales son improbables que ocurran, pero crean la inseguridad, y se ven como un riesgo real cosas sobre las que antes ni pensábamos.
La publicidad constantemente nos bombardea con anuncios que nos crean el temor a perder nuestras posesiones, y para evitar esas pérdidas, nos ofrecen puertas blindadas, seguros de vida, sofisticadas alarmas, etc.
Por otra parte, los poderes nos inducen el miedo para así conseguir controlarnos mejor, ya que, al estar asustados, pensamos menos y nos movemos menos. Llegan incluso a lograr que el individuo, se censure libertades para protegerse de esos peligros. A ellos les interesa una sociedad amenazada, porque de esa manera se convierten en los protectores, en el padre que nos salvaguarda de cualquier peligro. Pero para conseguir esa protección, tenemos que dar algo a cambio, y la moneda de pago que nos exigen es la renuncia a parte de nuestra libertad y derechos.
Estos temores crean desconfianza hacia el entorno y los desconocidos. Pero no hay que pensar que los demás son una amenaza para nosotros, ni creer que el culpable de esta situación sólo es el poder. Los ciudadanos también somos cómplices de lo que sucede a nuestro alrededor; por eso hay que fomentar los movimientos colectivos para superar inseguridades, y conseguir que ese miedo deje de ser una traba para lograr la vida que nos gustaría tener. No podemos utilizar la excusa del miedo para no enfrentarnos a situaciones como realizar un examen, emprender un viaje o cambiar de domicilio. Eso es responsabilidad nuestra y debemos afrontarlas siendo consciente de que, nos guste o no, “Él” siempre irá a nuestro lado, independientemente del hecho de que seamos valientes o cobardes.

Creo que tenemos que aprender a ser felices en compañía del miedo, ver su parte positiva y no olvidar que es algo normal, es nuestra herramienta de protección, un mecanismo de la naturaleza para sobrevivir y adaptarse al medio. Si no se temiera a ciertos peligros, como por ejemplo el fuego, la caída en un precipicio, una tormenta en alta mar…, en algunos momentos se podría perder la vida. En cambio, otras veces ese temor a la posibilidad de perder algo que verdaderamente nos importa, como la ausencia de alguna persona querida, (si no se convierte en enfermizo) hace que la valoremos más.
No debemos olvidar que los miedos se pueden dominar y conquistar. Para conseguirlo hay que analizar a quienes beneficia, valorar los obstáculos, pensar en el bienestar que perdemos, y proponernos superarlos. En la medida en que lo consigamos, tendremos más control sobre lo que nos rodea, no temeremos al futuro, seremos más libres y avanzaremos sin el temor de su compañía.
Por último, me gustaría citar las cinco verdades sobre el miedo, según Susan Jeffers (1987)
1. El miedo nunca desaparecerá mientras siga creciendo.
2. La única manera de liberarse del miedo a hacer algo es hacerlo.
3. La única manera de sentirme mejor es... enfrentarlo.
4. No soy único sintiendo miedo en terreno poco familiar, les pasa igual a todos los demás.
5. Vencer el miedo asusta menos que convivir con un miedo subyacente que proviene de la impotencia


Publicado en las revistas Groenlandia y En Sentido Figurado -

Esperanza Garcia Guerrero

2 comentarios:

  1. Llego aquí desde el blog de Elisa y comprendo ahora mejor su dedicatoria. Ayer curiosamente, entré por primera vez en la revista Groenlandia y os doy la enhorabuena por ella. Me convierto en tu seguidora para estar al corriente de tus escritos. Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Miriam. muchas gracias por tus palabras. Siempre seras bienvenida

    ResponderEliminar