jueves, 2 de julio de 2009

LECTURA RECOMENDADA



DE CAL Y SOMBRAS
Autora
María Cabrillana de Rivas










Comentario realizado por Almudena Jiménez

De Cal y Sombras es un título que parece traerme el recuerdo de algo familiar.
Puedo decir que me lo he “bebido”, tanto porque me enganchó desde el principio, como en alusión al café que su autora se prepara en el preámbulo y se termina en el epílogo “Otro tiempo, otra plaza”.
Una llamada de su madre para ponerla al día de un suceso, la transporta de manera inevitable al pueblo encalado con forma de paloma donde transcurrió su infancia, comenzando una narración de situaciones llenas de dramatismo y expresadas, a veces con crudeza, a veces con dulzor, pero siempre haciéndome creer que un buen día comenzó a escribir y, a borbotones le salieron estas historias. Historias que como los gajos sueltos de una naranja, hasta que no te has comido unos cuantos no te percatas de que encajan perfectamente formando un todo.
La cal es la alegría con que ella ha vivido su niñez en medio del ir y venir de los adultos que, más que vivir la vida, en aquellos años, la peleaban.
También de cal es el cariño y la seguridad infantil con que están impregnadas sus palabras y sus momentos en familia: Su padre mantero de profesión y generoso y paciente de condición; su madre estricta hasta la obsesión (encarnación del “como te quiero te aprieto”) y trabajadora hasta la extenuación; su abuela, ¡qué momentos tan deliciosos sentada, la niña, en su cama, pintando, charlando...!; sus juegos y pensamientos de niña, a veces tan íntimos me han envuelto como lectora.
Las sombras son la cara seria y trágica de la vida cotidiana. Desgracias y maldades que a veces las personas no saben o no quieren asimilar y por ello se magnifican, hasta convertirlas en el lastre que está presente en los sueños, las palabras, sobre todo en los suspiros que pretenden expulsarlas, cuando ya es demasiado tarde.
Me quedo con unas frases en las que la adulta -que era una niña entonces- describe sus momentos de distracción con la caja de las estampas:
“...Las horas pasaban sin darme cuenta. ...yo disfrutaba viendo... cuantas estampas de comunión y... fotografías dedicadas se guardaban dentro. ... Fotos de viejos que fueron jóvenes, fotos de mozos que envejecieron antes de lo que apostaron, imágenes de habitantes de un tiempo que no les esperó”.
¿Qué puedo decir? Lo mejor es introducirse en sus páginas con calma para saborear su preciosa manera de expresarse.

Sevilla, 1 de julio de 2009
Almudena Jiménez



DE CAL Y SOMBRAS....Más en
http://www.decalysombras.com/
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